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Boletín de Krishna Kshetra Swami, número 14 – 14 de junio de 2020
Traducido por Gokulananda Hari das


EL PODER DE LA AMISTAD

La amistad es algo bueno. Cuando se ve entre los devotos, atrae a más devotos. Te contaré una bonita historia. No sé si es de la tradición cristiana o de la tradición judía, o es una combinación de ambas. Es una historia interreligiosa.

Había un monasterio con un abad y cinco monjes. Ellos eran bastante ancianos y eran conscientes que día a día envejecían más y más. Uno tras otro estaban preparando su vida para “salirse de este plano”. Estaban preocupados. “¿Qué haremos? ¡No estamos recibiendo nuevos bhaktas!”

Se le ocurrió al abad que conocía a una persona, que se podría decir era un sadhu, que ocasionalmente visitaba un bosque, un rabino judío, quien a veces iba a un retiro por su cuenta. El abad pensó, “Tal vez deba ir a visitarlo. Quién sabe, igual tenga buenas ideas para nuestro monasterio.”

Entonces un día, él va a visitar al rabino. Tienen una conversación muy dulce y entonces el abad trae a colación el tema y dice, “Usted sabe, estamos preocupados porque nos estamos poniendo viejos y no estamos recibiendo ningún nuevo bhakta.” El rabino fue muy comprensivo y dijo, “bueno, la verdad que no tengo ningún consejo para darles, pero sí tengo algo que decir.” El abad dijo, “¿Por favor, de qué se trata!?” El rabino contestó, “Entre los seis de ustedes, existe…. ¡uno de ustedes es el Mesías!.”

El abad regresa al grupo de cinco monjes para reportarles. Ellos sabían el motivo de su viaje y estaban interesados en qué diría el sadhu. “Bueno”, respondió el abad, “¡Él dijo que uno de nosotros es el Mesías!” Ellos se miraron unos a otros y se dijeron: “Bueno este no puede ser el Mesías, es tan tonto a veces, y este otro habla así, y este otro, tu sabes, siempre quema el sabji, aún así, tal vez, ¿Cómo saberlo? y por otro lado, uno de nosotros, … uno de nosotros… ¿Esto significaría que yo soy el Mesías? ¡No, ese no podría ser yo! Pero, de nuevo, tal vez sí lo sea. ¡Mejor comienzo a portarme bien!

 
Cada uno de ellos pensaba que era el Mesías. Y fue así que comenzaron a interactuar de esa manera. Continúan así por un tiempo, y la gente debido a que el monasterio tiene una iglesia los visita, pero también por la atmósfera que hay entre los monjes. Y luego comenzaron a sentirse bien y empezaron a interactuar diciendo: “Estos monjes son realmente buenos. Deberías visitarlos. Hay algo en ellos.” Y gradualmente, gradualmente, la gente vino y dijo: “Quiero unirme a ustedes.” Y de esta manera el monasterio floreció….

De una conferencia de Krishna Kshetra Swami el 8 de Diciembre de 2019 en Simhachalam.


VAIṢṆAVISMO DIALÓGICO: EL ESPÍRITU DE LA INCLUSIVIDAD

Śrīla Prabhupāda entregó al mundo una venerable y antigua tradición de diálogo devocional, lo que me gusta llamar “vaiṣṇavismo dialógico”. La mayor parte de nuestra literatura sagrada se da en forma de diálogo, saṁvāda: Los sabios hablan con los reyes a través del Bhāgavatam, y el Señor mismo habla a su querido amigo Arjuna en el díalogo que se conoce como Bhagavad-gītā. Śrī Caitanya Mahāprabhu habla con Rāmānanda Rāya, y más recientemente, Bhaktivinoda Ṭhākura llena su catecismo narrativo vaiṣṇava, Jaiva Dharma, con diálogos. En la misma tradición, Śrīla Prabhupāda dio la bienvenida a numerosos invitados a sus habitaciones, entablando un diálogo sobre temas espirituales.

Utilizo la palabra “con” para entender de una mejor manera la riqueza de nuestra tradición: Los santos hablan con los reyes, en vez de a los reyes. Podríamos decir que Śrīla Prabhupāda, en las conversaciones que tenía en sus habitaciones hablaba a sus visitas, instruyéndolos, no exactamente dialogando con ellos. Pero mientras instruía, también escuchaba, teniendo intercambios con sus invitados. y, en efecto, Śrīla Prabhupāda estaba ocupando a sus visitas en saṅkīrtana, la glorificación comunitaria del Señor Supremo, como si este fuera un diálogo espiritual. Mediante tales actividades, él nos enseñó muchas verdades por medio del ejemplo.

Este espíritu de universalismo, de inclusividad, ha llevado al movimiento de saṅkīrtana desde sus inicios en las nagara-kīrtanas de Śrī Caitanya Mahāprabhu y sus entusiastas seguidores a los primeros tiempos de la congregación naciente de Śrīla Prabhupāda en Nueva York y San Francisco. Todos los que tomaron parte de esto lo recuerdan con cariño, preguntándose si la cultura actual del vaisnavismo, luego de la partida de Śrīla Prabhupāda, ha experimentado cierto cambio en su disposición colectiva. Sin dudas, gran parte de nuestra nostalgia es sólo eso, una sensación de inocencia perdida, tal como les pasa a los niños.

Y sin embargo en nuestro entusiasmo por participar en este glorioso movimiento, con las bendiciones de Śrīla Prabhupāda, nos seguimos extendiendo hacia afuera lo mejor que podemos intentando atraer a todos para que estén más cerca del Señor, especialmente por medio del canto de Sus santos nombres. Me gusta pensar en esas banderas que llevan los símbolos de varias religiones en aquel kirtana de Hippie Hill. ¿Qué podemos hacer para fomentar más ese espíritu, uno que sea más “dialógico”?

Anticipando que algunos podrían pensar que el canto del mantra Hare Kṛṣṇa es sectario, Śrīla Prabhupāda una vez dijo: “Pero el Señor Caitanya dice: “Si tienes otro nombre genuino de Dios, puedes cantar eso. Pero canta el nombre de Dios.” Śrīla Prabhupāda luego aseguró a su audiencia: “No piensen que este movimiento está intentando convertirlos de cristianos a hindúes. Permanezcan como Cristianos, Musulmanes, Judíos. No importa.” Y entonces, el invitó a cada uno, “Pero si realmente quieres perfeccionar tu vida, entonces trata de desarrollar tu amor latente por Dios. Esa es la perfección de la vida “.

Rezo para recordar, y para servir a Śrīla Prabhupāda haciendo lo que pueda para ayudar a fomentar, el espíritu de inclusión que él nos inculcó con su ejemplo. A pesar de los rumores de que el ateísmo aumenta en popularidad, millones de personas están firmes en sus convicciones teístas. Como dijo Śrīla Prabhupāda durante una conversación en una habitación, nosotros [los teístas de todo tipo] “deberíamos hacer un esfuerzo combinado” para revivir la conciencia de Dios de las personas. Con el espíritu de diálogo que nuestra tradición vaiṣṇava aprecia, rezo para que nosotros, seguidores de Śrīla Prabhupāda, podamos representarlo adecuadamente en todos los lugares dialógicos para el bien común del mundo y la gloria de nuestra sucesión discipular.

—Basado en la ofrenda de Vyāsa-pūjā por Krishna Kshetra Swami para Śrīla Prabhupāda el 6 de septiembre de 2018


JAGANNATH VERSUS JUGGERNAUT

Aquel Domingo en 2003, mientras veía la procesión desde Marble Arch hacia Trafalgar Square, observaba a los tres o cuatro mil participantes del desfile (incluyendo a muchos Indios o de ascendencia India) recordé estar aquí en esta misma ocasión treinta años antes, cuando Bhaktivedanta Swami Prabhupada (1896-1977), el fundador del movimiento Hare Krishna, había dirigido la procesión. Todo era extraño en ese entonces, y todavía lo es hoy en día, ser parte y presenciar esta extraña exhibición, una mezcla de vida antigua y moderna, religiosa y secular. Los devotos vaisnavas de Jagannatha, (que lo consideran “no diferente” de la divinidad más humana, el Señor Krishna), tal vez no sientan la necesidad de dar más que razones “trascendentales” a todo esto, como la voluntad divinamente juguetona del Señor, su lila. Otros podrán preguntarse cuál es el propósito o mensaje subyacente. Sin duda, otros han reflexionado sobre la combinación de tradición y modernidad con referencia a Jagannatha. En su reciente libro “Hinduismo y modernidad”, David Smith cita a Anthony Giddesn, quien describe el “carácter errático y desbocado de la modernidad” como una experiencia como “montar un monstruo”. Contrastando dos nociones abstractas pero convincentes: modernidad e hinduismo, Smith yuxtapone la modernidad-gigante del capitalismo con el enorme carro procesional Jagannatha de la tradición hindú (el gigante del neologismo colonial británico derivado de Jagannatha). Él escribe: “Mientras que el carruaje original de Jagannath llevaba imágenes de los dioses que la gente adoraba, la modernidad que es el capitalismo a medida que avanza en su trayectoria nos confunde con fetichismos, con imágenes ficticias y fabricadas. El carro del templo característico de la pesada, inmanejable y peligrosa calidad del hinduismo se transfiere a su opuesto, la modernidad, que es rápida, inmanejable y no menos peligrosa (Smith 2003; 23) “.

— Del libro “Asistiendo a la imagen de Krishna: Caitanya Vaishnava Murti-seva como Verdad devocional” por Kenneth R. Valpey, Routledge, 2006


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